¿Qué es el Framework Working Group del G20?

En un post anterior, se analizó la estructura del G20 y cómo su funcionamiento se organiza en distintos grupos de trabajo (WG, por sus siglas en inglés), tanto bajo el track de Sherpas como en el de Finanzas. En este post, se analizará el rol de uno de los WG más relevantes del track financiero, el Framework WG (FWG), donde se lleva adelante el grueso de la discusión de política macroeconómica y de reformas estructurales.

Los orígenes del FWG

Con el estallido de la última crisis financiera, el G20 cobró un rol protagónico a la hora de coordinar una respuesta, que inicialmente estuvo muy enfocada en fortalecer la regulación financiera y reformar la Arquitectura Financiera Internacional, tal como fue explicado en una serie de post previos (post 1, post 2). Una vez superada la urgencia de la crisis, la economía global volvió a crecer, aunque a un ritmo sustancialmente menor al previo, como se observa en el Gráfico 1. Con esta preocupación en mente, en la Cumbre de Líderes de Pittsburgh de septiembre de 2009, se lanzó un marco (framework) para el crecimiento, fuerte, sustentable y balanceado (SSBG, por sus siglas en inglés), que derivó en la conformación del FWG.

En el comunicado de la Cumbre de Pittsburgh se convino que los miembros del G20 acuerden objetivos comunes de política, se comprometan a implementar las medidas adecuadas y trabajen conjuntamente en la evaluación de sus impactos a nivel global1.

En las reuniones siguientes, este mandato fue ganando precisión. Por ejemplo, en la reunión de Ministros de abril de 2010, en Washington D.C., se definió lo que se entiende por crecimiento, fuerte, sustentable y balanceado:

  • Fuerte: cerrar las brechas de producto y empleo lo antes posible; converger hacia la tasa de crecimiento potencial de mediano plazo; incrementar el crecimiento potencial de largo plazo mediante políticas estructurales.
  • Sustentable: alineado con el crecimiento potencial; basado en finanzas públicas sustentables y estabilidad de precios y financiera; resiliente a shocks; determinado mayormente por fuerzas competitivas del mercado; consistente con objetivos de política social y ambientales.
  • Balanceado: basado en un amplio número de países y regiones del mundo; sin generar desbalances internos o externos persistentes; consistente con objetivos amplios de desarrollo, tales como elevar el nivel de vida en todos los países en el largo plazo.

Principales temas de discusión luego de la crisis

En los años posteriores a la crisis las principales discusiones giraron alrededor de tres temas principales: política monetaria, política fiscal y desequilibrios de cuenta corriente. En el caso de la política monetaria, ante la fuerte expansión cuantitativa (QE, por sus siglas en inglés) llevada adelante en primer lugar por la Reserva Federal de los EEUU, la discusión giró respecto al análisis de los impactos globales de estas medidas y al reclamo de prudencia a la hora de volver a subir las tasas de interés.

En cuanto a la política fiscal y los desequilibrios externos, desde un primer momento surgieron opiniones opuestas bien marcadas. Del lado fiscal, algunos países sostenían la necesidad de impulsar de manera más firme la demanda agregada, con políticas fiscales y monetarias más expansivas, mientras que otros proponían políticas más prudentes tendientes a mostrar un sendero de consolidación fiscal creíble y ratios de deuda sustentables. En la Cumbre de Toronto de junio de 2010, se acordaron metas de reducción del déficit fiscal sólo para los países avanzados, aclarando que el ajuste no debía afectar la recuperación económica2.

En cuanto al sector externo, fueron muy discutidos los Desbalances Globales, donde países sistémicamente importantes acumulan grandes superávits y/o déficits de cuenta corriente. Como se observa en el Gráfico 2, estos desbalances se han reducido desde la crisis pero aún continúan siendo elevados. Como es de esperar, esto genera fuertes discusiones en cuanto a la política cambiaria, comercial y fiscal.

Las principales iniciativas del FWG en los últimos años

Sin entrar en el detalle de todo lo que se trabajó en cada uno de los años bajo las distintas presidencias, vamos a explicar tres iniciativas que se discutieron en años anteriores.

En primer lugar, en el año 2014 bajo la presidencia australiana fueron creadas las “Estrategias de Crecimiento”, con el objetivo de impulsar el crecimiento. Cada país presentó su “Estrategia de Crecimiento” detallando las medidas adoptadas. El cálculo del impacto de dichas Estrategias resultó en que, gracias a ellas, la economía crecería dos puntos porcentuales por encima de la trayectoria proyectada por el FMI desde 2014 hasta 2018. A esto se le llamó la “Ambición 2 en 5”. Todos los años los países fueron evaluados por el cumplimiento de sus compromisos, a la vez que fueron incorporando nuevas políticas en sus estrategias.

En segundo lugar, bajo la presidencia de China en 2016, el G20 acordó una serie de principios para impulsar una ambiciosa agenda de Reformas Estructurales. Si bien cada país tiene la libertad de elegir el tipo de reformas a aplicar, se establecieron las siguientes áreas prioritarias:

–   Promover la apertura comercial y de Inversiones

–   Avanzar en reformas del Mercado laboral, educacional y desarrollo de habilidades

–   Fomentar la innovación

–   Mejorar la infraestructura

–   Promover reformas fiscales

–   Promover la competencia y el ambiente de negocios

–   Mejorar y fortalecer el sistema financiero

–   Mejorar la sostenibilidad medio ambiental

–   Promover el crecimiento inclusivo

La tercer iniciativa que detallamos es fortalecer la “resiliencia” de las economías para evitar una nueva crisis. Fue lanzada por Alemania bajo su presidencia en 2017, y consiste en acordar una serie de principios que guíen las reformas y políticas, de modo de evitar la ocurrencia de shocks negativos como también reducir el daño que pudieran ocasionar.

Los principios son los siguientes:

i) Economía real: 1) facilitar la reasignación laboral, promover la inclusión en el mercado de trabajo y diseñar sistemas de seguridad social eficientes; 2) Promover el crecimiento la productividad y del emprendedorismo; 3) reducir la corrupción y fortalecer la calidad de las instituciones públicas.
ii) Finanzas públicas: 1) ejercer un manejo prudente de las finanzas públicas, 2) mejorar la transparencia fiscal, las instituciones fiscales y el análisis y manejo del riesgo fiscal.
iii) Finanzas corporativas: 1) hacer ejercicio de un prudente monitoreo del endeudamiento del sector privado, 2) reducir vulnerabilidades en el sistema financiero, 3) fortalecer los marcos de insolvencia resolución de y deuda,
iv) Política monetaria: 1) conducir la política monetaria en línea con el mandato de los bancos centrales y las disposiciones legales.
v) Sector Externo: 1) sacar partido de los beneficios de los flujos de capitales y fortalecer el monitoreo y de los riesgos transfronterizo, 2) promover el comercio internacional y la inversión, 3) abordar los desbalances externos excesivos y promover la cooperación internacional en las políticas económicas.

La propuesta de Argentina para el 2018

A estas iniciativas en curso se sumará la propuesta de la Argentina para el 2018. Como acaba de anunciarse, Argentina propondrá los siguientes tres temas como prioridades en su agenda: 1) El futuro del trabajo; 2) Infraestructura para el desarrollo; 3) Seguridad alimentaria. El FWG se abocará a la discusión sobre “El Futuro del Trabajo”, tema ya analizado en un post anterior, cuya transversalidad motivará su discusión tanto en el canal de finanzas como en el de sherpas.

Esteban Rodríguez y Federico Traverso


1 http://www.g20.utoronto.ca/2009/2009communique0925.html
2 http://www.g20.utoronto.ca/2010/to-communique.html