Blog del BCRA

¿Por qué (nos) importa la inclusión financiera? (II)

En un post anterior analizamos tanto el concepto de inclusión financiera como la importancia de esta herramienta para favorecer el desarrollo económico. En esta entrada, a modo complementario, describiremos la relevancia de la inclusión financiera en la agenda internacional.

Desde fines de la década pasada la inclusión financiera se ha instalado en la agenda global: organizaciones internacionales, organismos fijadores de estándares, gobiernos y reguladores nacionales, centros de estudios, y otros, la han incorporado dentro de sus prioridades.

Tal es el caso del Grupo del Banco Mundial, que considera a la inclusión financiera como un factor clave para reducir la pobreza extrema y fomentar la prosperidad. En consecuencia, ha adoptado un ambicioso objetivo mundial para lograr el acceso financiero universal para el año 2020, enfocado en 25 países donde vive el 73% de todas las personas excluidas del sistema financiero. Este programa consiste en permitir que 1.000 millones de personas accedan a una cuenta transaccional mediante intervenciones específicas del organismo.

Bajo la coordinación de las Naciones Unidas, 193 países adoptaron la Agenda 2030 en el año 2015, un acuerdo que reconoce el papel vital de la inclusión financiera para alcanzar muchos de sus objetivos más importantes (tal como se mencionó anteriormente).

Por su parte, los líderes del G20, luego de la última crisis económica internacional, reconocieron a la inclusión financiera como un componente importante de la agenda de reformas del sector financiero. En el año 2010, aprobaron entonces un Plan de Acción de Inclusión Financiera y establecieron el Global Partnership for Financial Inclusion (GPFI). El GPFI es una plataforma inclusiva para países G20, no G20 y organizaciones internacionales, que promueve la inclusión financiera a través de la coordinación internacional y apalancándose en el liderazgo político de este foro. Desde su rol de Asesora Especial del Secretariado General para las Finanzas Inclusivas para el Desarrollo de las Naciones Unidas, la Reina Máxima de los Países Bajos ejerce la presidencia honoraria de este grupo. Dada la presidencia argentina del G20 recientemente asumida para el período 20181, nuestra nación tiene la oportunidad -única- de liderar el GPFI, pudiendo plantear en este foro internacional las prioridades que considere relevantes en las agendas global y local.

En esta misma línea, los líderes del G20 reconocieron en la Cumbre de Hamburgo de este año a la inclusión financiera como un multiplicador para la erradicación de la pobreza, la creación de empleo, la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer.

Paralelamente, en el año 2009 fue establecida una red de bancos centrales y otras instituciones financieras regulatorias de países en desarrollo, la Alliance for Financial Inclusion (AFI) para expandir e intercambiar conocimiento para avanzar en políticas de inclusión financiera.

A nivel normativo, los organismos internacionales encargados de fijar estándares para el sector financiero también se han comprometido cada vez más, incorporando el concepto de inclusión financiera explícitamente en sus trabajos. Por citar algunos ejemplos, el Basel Committee on Banking Supervision (BCBS), que fija los estándares globales para la regulación prudencial de bancos, ha establecido grupos de trabajo y ha publicado guías (2010 y 2016) sobre la aplicación de normas propias bajo la óptica de la inclusión financiera.

Por su parte, el Grupo de Acción Financiera Internacional, organismo intergubernamental responsable del establecimiento de normas para combatir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo, reconoció en su mandato el riesgo de la exclusión financiera, afirmando la complementariedad entre la inclusión financiera y las disposiciones promovidas por este organismo: “la aplicación de medidas que permitan a más ciudadanos utilizar servicios financieros formales aumentará el alcance y la eficacia de los regímenes de prevención de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo.”

En este contexto, un número creciente de gobiernos ha establecido a la inclusión financiera entre sus prioridades de política. Muchos de ellos, concretamente a través de la implementación de estrategias nacionales de inclusión financiera y elaboración de reportes específicos de seguimiento, generalmente a cargo de un consejo de inclusión financiera y/o del propio banco central.

Cumpliendo con el mandato de su Carta Orgánica de desarrollo económico con equidad social, el Banco Central de la República Argentina sostiene el objetivo de ampliar los niveles de acceso y utilización de los servicios bancarios para toda la población, promover nuevas tecnologías de medios de pago, al tiempo de reducir la necesidad de dinero físico en las transacciones habituales de empresas y familias, como herramientas fundamentales de la inclusión financiera. Tareas que lleva a cabo mediante la participación activa en los distintos organismos internacionales, tales como GPFI, AFI y BCBS, el desarrollo de indicadores de inclusión financiera para detectar necesidades y avances, y la revisión permanente de su marco normativo.

En igual sentido, en el país ha sido creado un Consejo de Coordinación de la Inclusión Financiera de composición interinstitucional, bajo la órbita del Ministerio de Finanzas de la Nación, encargado de diseñar políticas que promuevan el acceso y uso de los servicios del sistema financiero.

Todas estas iniciativas demuestran el grado de compromiso de organismos internacionales y gobiernos nacionales en la tarea de incluir financieramente a la población.

La necesidad de contar con esta herramienta es de una importancia tal que ha trascendido cualquier debate; ahora bien, deben aunarse mayores esfuerzos para alcanzar efectivamente la inclusión financiera.

Conrado Bozzini y Anabela Gómez


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