En una entrada anterior de este blog se repasaron los hechos que contribuyeron a que el G20 adoptase el esquema de funcionamiento que hoy le conocemos y su ascenso en el mapa de las instituciones globales. Las tres primeras Cumbres de Líderes (Washington en noviembre de 2008, Londres en abril de 2009 y Pittsburgh en noviembre de 2009) fueron claves para evitar que la recesión global se transforme en una depresión y que se repitiese lo sucedido en los años treinta.
El G20 no sólo se erigió en el foro internacional de coordinación de políticas frente a la crisis financiera global (CFG) sino también en el máximo ámbito para enviar mensajes sobre las propuestas y acuerdos entre los principales gobiernos, transmitiendo una señal de firmeza y cohesión global en las decisiones adoptadas.
En este post repasaremos brevemente las medidas consensuadas en ese período.
Las medidas impulsadas por el G20 para enfrentar la crisis durante 2008 – 2009
Las medidas pueden ser agrupadas en tres áreas: i) Coordinación de políticas macroeconómicas para salir de la crisis; ii) Reformas en la regulación de los mercados financieros; iii) Reformas de las instituciones financieras internacionales (IFIs).
i) Coordinación de políticas macroeconómicas
Los miembros asumieron el compromiso de llevar adelante un paquete de políticas fiscales y monetarias expansivas de manera coordinada para evitar la profundización de la crisis global y que la recesión se transforme en depresión. Ellas se mantendrían hasta que el crecimiento se hubiese restablecido. Además, los Líderes acordaron tomar todas las medidas necesarias para evitar disrupciones significativas en el sistema financiero, incluyendo la compra de activos ilíquidos y políticas monetarias no convencionales, en un contexto de tasas de interés próximas a cero. Este paquete fue considerado en la Cumbre de Londres como el más grande y coordinado de la historia moderna.
El estímulo fiscal fue significativo y llevado adelante tanto por las economías avanzadas como por las emergentes (Gráfico 1).
En la Cumbre de Pittsburgh se estableció un marco para las políticas macroeconómicas con el objetivo de hacer las políticas nacionales consistentes con un crecimiento global fuerte, sostenible y balanceado. Esto representó el inicio de un ambicioso proceso cooperativo de definición de objetivos comunes, que conllevó la fijación de metas diferenciadas para países deficitarios y superavitarios (rebalanceo de la demanda global) y un proceso de evaluación mutua apoyado técnicamente por el FMI.
ii) Reformas en la regulación de los mercados financieros
La Cumbre de Washington identificó como causas fundamentales de la CFG las severas fallas en la regulación y supervisión de los sistemas financieros. En consecuencia, se estableció un plan de acción enfocado en los mercados e instituciones financieras. Se acordó elaborar un marco regulatorio y de supervisión más estricto, transparente y globalmente consistente con la finalidad de reducir la probabilidad de ocurrencia de una nueva crisis sistémica.
Uno de los principales cambios en el gobierno de las finanzas globales que produjo la CFG fue la incorporación formal de las economías emergentes en los organismos que definen normas y estándares regulatorios para las instituciones financieras, que hasta el momento eran principalmente manejados por los miembros del G7 y otras naciones avanzadas (Helleiner, 2009; Chey, 2015). En la Cumbre de Líderes de Londres se decidió transformar el Financial Stability Forum (FSF)1 para crear el Financial Stability Board (FSB), ahora conformado por los países miembros del G20.
El FSB asumió el rol de coordinador de todas las acciones en el área de regulación y supervisión financiera tomadas por las instituciones nacionales e internacionales que definen estándares. En Londres, adicionalmente, se acordaron principios básicos para las nuevas reglas en materia de regulación del capital de los bancos (colchones de liquidez por encima de los mínimos regulatorios, mitigación de la prociclicidad de los ratios de capital, etc.). Estos forman la base del marco regulatorio que posteriormente sería conocido como “Basilea III”.
También se comprometieron acciones orientadas a: i) aumentar el perímetro regulatorio (provisiones sobre hedge funds, agencias calificadoras de riesgo y mercados de derivados; creación de colegios de supervisores para monitorear las instituciones financieras sistémicamente importantes, etc.); ii) mejorar la transparencia (normas contables, shadow banking, etc.); iii) fortalecer la cooperación internacional y evitar arbitrajes regulatorios (medidas en contra de los paraísos fiscales y jurisdicciones no cooperativas); iv) favorecer un enfoque amplio de la regulación incorporando las políticas macroprudenciales.
iii) Reformas de las IFIs
En la Cumbre de Washington se reconoció la necesidad de i) introducir cambios en la estructura de gobierno de las instituciones de Bretton Woods (FMI y Banco Mundial) de modo que las mismas reflejen la mayor importancia que adquirieron los países emergentes y en desarrollo en la economía mundial; ii) incrementar los recursos prestables de las IFIs para asistir a los países que enfrentan problemas de liquidez.
En cuanto al primer aspecto es la cuestión donde se registraron los menores avances. En la Cumbre de Pittsburgh se acordó fortalecer para 2011 la voz y el voto de los países emergentes y en desarrollo por medio de un rebalanceo de las cuotas de al menos del 5% desde las economías sobre-representadas hacia las sub-representadas.
En el área de los recursos de las IFIs se realizaron los cambios más significativos. En Londres los Líderes decidieron duplicar la capacidad prestable del FMI, llevándola a 500.000 millones de dólares y realizar una emisión de derechos especiales de giro por 250 mil millones. Estos recursos permitieron financiar tanto los programas estándares del FMI como las dos nuevas líneas de asistencia de liquidez creadas en el contexto de la CFG: la Línea de Crédito Flexible y la Línea de Crédito Precautoria. También se acordó incrementar el capital de los bancos multilaterales de desarrollo.
Este aumento de la capacidad prestable de las IFIs no registró antecedentes en la historia de estas instituciones.
Concluyendo
Estas tres cumbres marcaron una etapa del G20 caracterizada por el logro de amplios consensos respecto a las acciones a adoptar frente a la gravedad de la CFG. En general, el balance de las medidas es positivo: se evitó repetir el escenario de la Crisis del ‘30 y que la recesión se convierta en depresión.
A partir de 2010, con la incipiente recuperación de la economía mundial y el menor stress en los mercados financieros, la agenda del G20 dejó de estar dominada por los temas urgentes de la crisis y ganaron espacio aquellos que tienen un horizonte de mediano y largo plazo. Como es natural, los consensos sobre estas cuestiones requieren de un mayor tiempo.
Y ese sigue siendo el desafío del G20: poder afianzar una visión común y alcanzar consensos en períodos de normalidad que permitan avanzar con las reformas que la economía global necesita para garantizar un crecimiento fuerte, sostenible, balanceado e inclusivo para todos los países.
Javier I. Ibarlucia
Referencias
Angeloni, I. y J. Pisani-Ferry (2012) “The G20: Characters in Search of an Author”, Bruegel Working Paper 2012/04, marzo.
Bernanke, B. (2004) “The Great Moderation”, discurso brindado en las reuniones de la Eastern Economic Association, 20 de febrero de 2004, Washington, DC.
Chey, H. K. (2015) “Changing Global Financial Governance: International Financial Standards and Emerging Economies since the Global Financial Crisis”, New Thinking and the New G20, Paper No. 1, Centre for International Governance Innovation, febrero.
Eichengreen, B. and K O’Rourke (2010) “A Tale of Two Depressions: What Do the New Data Tell us?” febrero de 2010, VoxEU.org.
G20 (2008) “Declaration of the Summit on Financial Markets and the World Economy”, 15 de noviembre de 2008, Washington D.C.
G20 (2009a) “London Summit – Leaders’ Statement”, 2 de abril de 2009, Londres.
G20 (2009b) “Leaders’ Statement – The Pittsburgh Summit”, 24 y 25 de septiembre de 2009.
Helleiner, E. (2009) “The Contemporary Reform of Global Financial Governance: Implications of and Lessons from the Past”, G-24 Discussion Paper Series, No. 55, abril.
Rajan, R. (2005) “Has Financial Development Made the World Riskier?, Working Paper No. 11728, NBER, octubre.
1 El FSF fue creado en 1999 por los países del G7 para promover la estabilidad financiera internacional por medio del intercambio de información y de una mayor cooperación en la supervisión del sistema bancario.
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